Habia una vez, en lo más profundo del océano, una pequeña ostra tímida llamada Luma. Un día, un grano de arena entró en ella y eso le molestaba. Luma fue a ver a la Perla Madre, una criatura sabia y luminosa que vivia entre corales. Todos en el fondo del mar sabian que la Perla Madre tenia un don especial: podia convertir las cosas que dolían en algo bello.
-"No puedo sacar ese granito de arena”, dijo Luma con tristeza.
-“No hace falta sacarlo” respondió con dulzura Perlamadre, “solo hay que abrazarlo con paciencia y amor, te enseñaré cómo”.
Y asi, capa a capa, Luma envolvió el granito con una suave sustancia brillante que la Perla madre le enseñó a crear: Pasaron los días y lo que antes era una molestia ¡Se convirtió en una hermosa perla!
Desde entonces, todos en el oceano aprendieron que si algo les incomodaba, podian convertirlo en algo precioso, como hacia Perlamadre.